Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. (Proverbios 4:23)
Debemos guardar nuestro corazón. Debemos tener cuidado en cuanto a lo que dejamos que entre a él, no puede ser una puerta abierta a las influencias no bíblicas e impías. No debemos ser cautivos de nuestro corazón; el corazón debe ser cautivo de la Palabra de Dios. Se nos da la responsabilidad de estar alerta en cuanto a su contenido.
Estudien sus corazones, cuiden sus corazones, ¡guarden sus corazones!
ORACIÓN...Señor, que cada día me des la sabiduría de cómo guardar mi corazón y mantenerlo siempre conforme a Tu voluntad, ¡en el nombre de Jesús...AMÉN!