Hoy tengo la fortuna de haber despertado.
Estoy viv@!
Tengo el precioso regalo de la vida.
¡No voy a desperdiciarla!
Voy a usar todas mis energías para desarrollarme a mí misma, para expandir mi corazón hacia los demás, para lograr hacer sentir a alguien bien, para ir sembrando una semilla de amor en mi andar.
Voy a tener pensamientos amables hacia los demás. No me voy a enojar ni a pensar mal de los demás.
¡Voy a beneficiar a los demás tanto como me sea posible!
¡¡Voy a vivir a plenitud y sin dañar a nadie!!
Voy a imitar a Jesús en todo lo que yo haga…