Padre Santo, quiero pedirte perdón por todas las veces en las que te he fallado, en las que les he fallado a los demás y en las que me he fallado a mí mismo. Estoy aquí porque Tú eres quien me da la fuerza para confiar de nuevo y volver a intentar superar todo. Sé que los problemas son bendiciones que tengo que aprender a aprovechar, sé que las adversidades me hacen más fuerte y que las frustraciones son maneras de entender que ese no era el camino.Te pido que mi corazón esté alegre, que haya entusiasmo en mis palabras, que confíe que puedo lograr todo lo que me propongo y que tenga ganas de dar lo mejor de mí. Dame tu fuerza para ser feliz. Gracias por todas esas personas que han estado conmigo toda mi vida o que han llegado y han decidido no irse, porque a ellos les debo mucho, les debo la tranquilidad que me transmiten, la vida y los segundos que me han regalado, los consejos, los grandes momentos y, también, los momentos difíciles de los que me han ayudado a salir. Gracias por mantenerlos en mi vida, porque me han hecho confiar en la felicidad y me han hecho partícipe de ella. Gracias, Señor, por la vida de todos ellos y la de los que ya se fueron, porque lo merecen todo por haber dejado tantas huellas en mi vida. Dame un sueño reparador, quita de mi mente todo mal pensamiento que se pueda convertir en pesadilla y dame la oportunidad de soñar contigo y con tus bendiciones. Amén