Aquí estoy, Señor, para que me enamores más de Ti, de la vida que me has dado por tu infinita bondad. Te alabo, Dios de la vida, porque tu gracia me ilumina, tu protección me acompaña todos los días. Te entrego la vida que me has regalado, la consagró a Ti, para que me regales la fuerza y la sabiduría para guiarla por caminos de felicidad. Tú me das las fuerzas para levantarme y vivir en tu presencia; quiero decirte que no importa cuán grande sean mis problemas, sé que Tú me ayudarás a salir adelante.
Toma mi pensar y mi actuar, haz que siempre vaya en la actitud de hacer el bien. Te abro mi corazón para que, entrando en él, lo sanes. Guíame con tu sabiduría, con tus mandamientos dame vida, alláname el camino para seguir descubriendo que eres grande y glorioso. Dios misericordioso, porque llenas de valentía mi corazón para que pueda seguir adelante en mi lucha por una vida mejor.
Te dejo entero y pleno derecho de disponer de mí, porque creo firmemente en que Tú guías mi vida con lazos de amor, de justicia y libertad. Quiero vivir en la libertad de quien toma las riendas de su futuro y lo construye con los demás, con autonomía y decisión, sin máscaras, sin mentiras, en la verdad de tus caminos. Gracias por cuidarme mientras duermo, gracias por estar siempre conmigo.
Amén.