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jueves, 3 de febrero de 2022

ABANDONO

 


ABANDONO 
A todos nos abandonaron un día.
Y cuando digo abandonar, no me refiero sólo a un acto extraordinario. Traumático. No. Es más simple. Pero duele igual. 
A todos nos abandonaron en algún momento en medio de algún problema,
En el inicio de un proyecto. 
En el placer del logro cumplido. 
En el momento menos pensado. 
En el momento más esperado. 
A veces pasa, que te das vuelta y no tienes quien te limpie los mocos, 
quien te dé la palmada en la espalda,
quien te guiñe el ojo cuando algo te salió bien y 
quien te limpie las rodillas cuando te caíste y te hable con palabras de bondad. 
Todos sabemos de soledad. Porque todos fuimos abandonados un día. Y entonces, encontramos un secreto guardado.
Vemos gente que se come la angustia tragándose un paquete de cigarrillos, el otro que corre y corre como un loco a ver si el viento en la cara le vuela ese agujero en el pecho. Personas que se come las uñas junto con los nervios y la ansiedad paralizante. 
Paquetes de galletitas que van a parar a la boca sin noción de que lo que se intenta matar, no es el hambre, o por lo menos, no es ese. 
Jóvenes que se perforan la nariz y las venas, para olvidar su realidad por un par de horas. El otro se pone a jugar lo que no tiene. Y tú compras compulsivamente cosas que no necesitas, para sentirte vivo por un instante. Y yo me quedaré mirando una película, para llorar disimuladamente y no ver dentro mío. 
Es que somos tan exigentes con nosotros mismos, es cuando más nos castigamos. 
Es ahora. Después no. Ahora. Anda a esa casa. Habla con quién te escucha. Llora. Grita. Pide. Da. ¡Ahora!
Recuerda que cubrir tu herida no va a curar la herida que te sangra, porque los curitas no curan. Los curitas tapan. Y tú sabes que el dolor tapado no es dolor sanado. Reflexiona sobre tu vida. Mira lo que te falta y sal a buscarlo en dónde creas que lo puedas encontrar. 
Si sabes que no puedes salir solo del problema, busca ayuda. Porque no hay peor abandono que el que se hace a uno mismo. 
Autor: Lorena Pronsky