Me he propuesto pisar el suelo firme, tan firme como nunca antes lo había pisado y ya no voy a rogar más. No, no lo voy a hacer. Es uno de los propósitos que tengo para este año. No voy a forzar las cosas y voy a aceptar que no está quien no quiere estar, la vida sigue y yo con ella.
Me he propuesto no perder ni una milésima de segundo en nadie que no lo haga por mí, ya no lo haré, y ya era hora que abriera los ojos y lo hiciera. Porque me cansé de excusas, ya no me valen y no las quiero.
Me he propuesto ser yo más que nunca antes lo había sido, con mis defectos, con mis manías, virtudes, que se bien que quien las quiera, estará y quién no tomará la puerta y no pasa nada.
Me he propuesto no pensar de más, porque mi cabecita da muchas vueltas, estar en paz y tranquila porque la mejor almohada que tengo es mi conciencia y seguir, seguir haciendo las cosas de corazón y sólo aceptar aquello que también lo sea.
Me he propuesto estar en la cima, porque lo merezco, no detenerme hasta lograrlo. No conformarme, apreciarme, valorarme y cambiar aquello que haya que cambiar porque no me cuesta pedir perdón y seguir avanzando, y sé que así es la vida, es un ratito y no pasa nada.
Me he propuesto brillar, así que correré, no parare, seguiré viviendo y seguir tal y como soy, ni más ni menos, esa mujer que hasta con el alma rota sigue luchando contra la adversidad, amiga de la oscuridad. Porque sé que la gente jamás querrá verte más feliz que ellos y no pasa nada, la vida sigue y yo con ella.