MUJER…
NO ERES UNA MASCOTA
Duele ver mujeres que todavía obedecen a los hombres, como si fuesen mascotas, como si fuesen perritos fieles. Mujeres que todavía se encierran en una casa día y noche, complaciendo los caprichos de un hombre. Mujeres que pierden la ilusión…
Mujeres que se resignan a la vejez con la excusa de cumplir un deber como madres o como esposas y no disfrutan su existencia. Mujeres que se olvidan de sí mismas, y sólo piensan en los demás, ignorando que los demás algún día partirán y quizás jamás vuelvan la mirada atrás…
Porque así es la vida. Das y das, pero nadie te garantiza que recibirás. Mujer… Tú no eres una mascota. Cumple tu deber como madre o como esposa, pero recuerda que existes, mírate todos los días al espejo, y acepta que tu rostro cada día está más viejo… y que si no piensas en ti, que si no alimentas tu alegría, algún día, cuando todos hayan partido, lamentarás no haber vivido… Porque a nadie le devuelven el tiempo perdido…
A nadie.
NO ERES UNA MASCOTA
Duele ver mujeres que todavía obedecen a los hombres, como si fuesen mascotas, como si fuesen perritos fieles. Mujeres que todavía se encierran en una casa día y noche, complaciendo los caprichos de un hombre. Mujeres que pierden la ilusión…
Mujeres que se resignan a la vejez con la excusa de cumplir un deber como madres o como esposas y no disfrutan su existencia. Mujeres que se olvidan de sí mismas, y sólo piensan en los demás, ignorando que los demás algún día partirán y quizás jamás vuelvan la mirada atrás…
Porque así es la vida. Das y das, pero nadie te garantiza que recibirás. Mujer… Tú no eres una mascota. Cumple tu deber como madre o como esposa, pero recuerda que existes, mírate todos los días al espejo, y acepta que tu rostro cada día está más viejo… y que si no piensas en ti, que si no alimentas tu alegría, algún día, cuando todos hayan partido, lamentarás no haber vivido… Porque a nadie le devuelven el tiempo perdido…
A nadie.