Un día me di cuenta que las excusas también caducan. Que una vez sí, pero varias ya no. Ya no valen. Descubrí que cuando se quiere se saca tiempo. Que cuando alguien te importa, las ganas no faltan. Y da igual si solo es un ratito. Y no importa dónde, siempre es con quien. Descubrí que hay bonitas maneras de echarse de menos, de estar ahí, y de recordarle a alguien que no te has ido. Que hay veces que el tiempo se nos echa encima y la agenda se aprieta demasiado, pero aún así sientes que hay personas que siguen ahí. Porque quieren. Porque te quieren.
Y eso se nota. Y eso, es de valorar. Y esas personas son para conservarlas para siempre. Porque sí, son las de verdad.
Y eso se nota. Y eso, es de valorar. Y esas personas son para conservarlas para siempre. Porque sí, son las de verdad.