Mujer, ámate tanto, así como las flores aman la primavera.
Así como los pájaros aman el viento, ámate tanto que tus defectos dejen de existir por que de tanto amor ya ni te acuerdes que existen.
Ámate, así como un día quisiste que te amarán y, no lo hicieron. No pudieron.
Se, esa mujer de la cual te sientas orgullosa y plena.
Ámate, así como la luna ama la noche o como el sol ama las mañanas.
Disfruta de lo que eres y como eres, hasta esas heridas que ya cicatrizaron y, cuando recuerdes el sufrimiento, te digas, eso también superé.
Ámate por lo fuerte que fuiste, cuando pensaste que no podías más, que ya no soportabas más y, mírate, aquí estás, con más fuerza y con más ganas para lo que venga.