Vive, goza, ríe, baila, canta; agradece el divino regalo de vivir.
Aunque tus días estén llenos de problemas, no permitas que tu vida se vuelva opaca y gris.
No guardes rencor, ten un espacio en tu corazón para el perdón.
Sé tú misma, guíate por la voz de tu corazón, escúchalo; porque lejos de él, la vida pierde sabor y color.
Sólo sé sincera contigo misma, y serás más feliz.
No te lamentes más. No eres la única que has perdido y que has caído diez veces.
Lo importante es RECONOCER LOS ERRORES Y APRENDER DE ELLOS.
Lo importante es seguir caminando y conquistar nuestros miedos para lograr nuestros sueños que ahora parecen imposibles de lograr.