El sufrimiento de la infidelidad.
El efecto de la infidelidad es devastador, es como si te abrieran el pecho desde dentro, no es un simple dolor que puedas ignorar, es verdaderamente un sufrimiento que te asfixia y debilita.
Cuando descubres una infidelidad del ser amado de inmediato pierdes el sentido de tu vida, tus conversaciones internas se vuelven agresivas, tu alma, tu mente y tu cuerpo reaccionan con un sufrimiento imposible de manejar, el torbellino se adueña de ti, el sufrimiento comienza a dirigir tu destino.
El sufrimiento que genera la infidelidad está acompañada de varios jinetes del apocalipsis, el primero sería la humillación que sientes al imaginar las posibles burlas que se hicieron en tu nombre; también llega el arrepentimiento por haber dado tanto y por haber entregado tu confianza a alguien que no la merecía; pegado a ellos llega el odio que es el peor enemigo del amor y el más destructivo de todos, sobre todo para tu interior; con ello llega la inseguridad, la duda y el cuestionamiento de porqué te pasó a ti, te preguntas ¿Qué hiciste mal? como si fuera tu responsabilidad; y claro también está el miedo, el miedo a perder, el miedo a la soledad, el miedo a quedarte sol@, esa terrible codependencia que envenena todo tu interior.
El sufrimiento de la infidelidad se fortalece con la humillación, el arrepentimiento, el odio, la inseguridad y el miedo; es muy válido que sufras, es muy válido que te sientas tan mal, es muy válido que sientas que mueres por dentro, pero no es válido que amargues tu vida por ello.
No será fácil salir de esa terrible trampa de sufrimiento, pero es necesario que lo hagas, es necesario que comiences el camino del perdón, para poder así alcanzar el camino de la sanación.
Y recuerda algo muy importante, todo ese dolor que hoy sientes se convertirá en luz.