Yo ya vieja y mis hijos grandes.
Miro por la ventana buscando
sus rostros, por instantes me
parece ver las siluetas de mis
queridos hijos, las veo borrosas,
y se marchan dejándome el corazón
palpitando fuerte y lleno de
esperanza. Los hijos se acuerdan
pocas veces de su Madre pero
una Madre se acuerda siempre
de sus hijos.
Miro por la ventana buscando
sus rostros, por instantes me
parece ver las siluetas de mis
queridos hijos, las veo borrosas,
y se marchan dejándome el corazón
palpitando fuerte y lleno de
esperanza. Los hijos se acuerdan
pocas veces de su Madre pero
una Madre se acuerda siempre
de sus hijos.