Él era así frío, distante e indiferente a veces tierno cariñoso y seductor.
Ella era loca expresiva, detallista extrovertida ella era entregada.
Él por ratos la valoraba luego la ignoraba y se ausentaba.
Ella lo amaba no con el corazón porque este es temporal ella lo amaba con el alma por que esta es eterna.
Él tenía sus años sus experiencias su vida marcada él prefería la soledad no obstante su soledad lo traicionaba.
Él sólo la buscaba cuando se sentía solo ella aceptaba verlo porque era feliz a su lado aun que fuera solo por minutos u horas a ella eso no le importaba.
Ella se enamoró de él y como una niña inocente le entregó todo lo que poseía, su alma su cuerpo, su mente.
Le entregó todo, inclusive lo que más cuidaba.
Él siempre fue indiferente pero para ella él era lo que ella soñaba un caballero inteligente, interesante, diferente.
Ella le escribía insistentemente, se podría decir que le rogaba.
Él solo la ignoraba.
Ella lo soñaba el no la recordaba.
Ella recordó el valor que tenía y decidió marcharse.
Él por sus años por sus malas experiencias por su indiferencia no se dio cuenta que ella se estaba alejando.
Él siempre estuvo seguro de ella sabía que sí la llamaba ella vendría.
Él fue más que su primer amor.
Ella se cansó de su indiferencia recogió los pedazos de su alma se fue sin avisar con la esperanza que el la extrañara y la buscara.
Él no la buscaba ella lo olvidaba.
Él se sintió solo ella ya no estaba.
Él la llamó, ella no contestó.
Él se enamoró, ella lo olvidó.
Él está solo extrañándola, deseando haberla valorado ella ahora está feliz radiante, renovada.
Ella se restauró como la joya más preciada.
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