Me dolió. Pero no dije nada.
Lo guardé, mil noches mientras abrazaba fuerte la almohada.
Me dolió y lo reviví con cada canción que escuchaba. Me latía fuerte el corazón y mis lágrimas no me abrazan.
Me dolió y no lo dije, porque no sabía cómo contarlo, o explicarlo.
Me dolió tanto que llegué a dudar de mí. De quién era y de quién fui.
Me dolió tanto, que cuando me quisieron abrazar con amor sincero puse las manos como reflejo sin dejar que nadie entrara.
Cerré la puerta y en ella las ganas de conectar. Porque eso significaba recordar.
Me dolió tanto pero tanto. Que quise huir, agarrando mi valija y yendo de acá para allá.
Y duele, cada noche me despertaba de un grito reviviendo todo aquello que no puede sanar.
Me dolió tanto que cuando llegó el momento que tanto esperaba no sentí nada. Me quede muteada.
No fue ni un shock, ni un dolor, ni un anhelo, ni una impotencia.
¿Porque quien va a seguir sintiendo dolor en alguien que ya estaba quebrada?
No dolió porque esas noches mientras que lloraba, yo misma me reparaba. Cómo podía, soñando en lo que quería.
Me dolió. ¡SI QUE DOLIÓ! Pero aquí estoy. contándolo porque ya no duele, porque sanamos lo que aceptamos.
Porque de las roturas florecemos y cuando estuvimos en el fondo no podíamos bajar más. Por eso elegimos volar.
Me dolió y no dije nada (a nadie) porque al final, cerrando los ojos, siempre me encontré con lo que me iba a sanar
Lo guardé, mil noches mientras abrazaba fuerte la almohada.
Me dolió y lo reviví con cada canción que escuchaba. Me latía fuerte el corazón y mis lágrimas no me abrazan.
Me dolió y no lo dije, porque no sabía cómo contarlo, o explicarlo.
Me dolió tanto que llegué a dudar de mí. De quién era y de quién fui.
Me dolió tanto, que cuando me quisieron abrazar con amor sincero puse las manos como reflejo sin dejar que nadie entrara.
Cerré la puerta y en ella las ganas de conectar. Porque eso significaba recordar.
Me dolió tanto pero tanto. Que quise huir, agarrando mi valija y yendo de acá para allá.
Y duele, cada noche me despertaba de un grito reviviendo todo aquello que no puede sanar.
Me dolió tanto que cuando llegó el momento que tanto esperaba no sentí nada. Me quede muteada.
No fue ni un shock, ni un dolor, ni un anhelo, ni una impotencia.
¿Porque quien va a seguir sintiendo dolor en alguien que ya estaba quebrada?
No dolió porque esas noches mientras que lloraba, yo misma me reparaba. Cómo podía, soñando en lo que quería.
Me dolió. ¡SI QUE DOLIÓ! Pero aquí estoy. contándolo porque ya no duele, porque sanamos lo que aceptamos.
Porque de las roturas florecemos y cuando estuvimos en el fondo no podíamos bajar más. Por eso elegimos volar.
Me dolió y no dije nada (a nadie) porque al final, cerrando los ojos, siempre me encontré con lo que me iba a sanar