“Quieres que tu hijo te escuche cuando le hablas?, escúchalo atentamente.
¿Quieres que tu hijo sea respetuoso?, respeta sus emociones, sus tiempos, su cuerpo, sus decisiones.
¿Quieres que tu hijo pida perdón? Pídele perdón cuando te equivoques, cuando te gane el cansancio, cuando metas la pata.
Porque ellos aprenden más de lo que observan que de lo que escuchan.
Porque no podemos pretender recibir lo que no damos.”
Ana Acosta Rodríguez
Del libro “Metamorfosis de una Madre”