Que el aire fresco siga acariciando nuestras almas.
Que las risas nos hagan doler la panza
Que las penas sean arrastradas, alejadas y olvidadas.
Que la fe sea testigo eterno de esta historia.
Que los abrazos sean consuelo y alivio cuando oscurecen los miedos.
Que las miradas hondas sigan hablando sin parar.
Que la gente que tanto queremos no nos deje nunca de acompañar.
Que a los problemas se los lleve la corriente y salgamos ilesos, listos para volver a empezar.
Que nuestras manos entrelazadas se aprieten fuerte cuando alguno se esta por quebrar.
Que el sol nos pegue en la cara y podamos disfrutar, del aire, la arena, la música, el arcoíris y el mar.
Que podamos compartir la vida sirviendo a los demás con un corazón contento y con mucha paz.
Que el cielo escuche nuestros pedidos y que el viento a nuestro favor nunca pare de soplar…"