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miércoles, 26 de febrero de 2020

LA ELEGANCIA DE UNA MUJER MADURA.

LA ELEGANCIA DE UNA MUJER MADURA.
Ella sabe que no necesita enseñar sus encantos para enamorar a un hombre, sus años le han enseñado a dar pasos firmes, seduce con la mirada, se da a desear con inteligencia, sabe que eso de los celos y los berrinches es para chiquillas.
Ella disfruta del momento con calma, toma su tiempo para acariciar y morder en el momento exacto, conoce el terreno y sabe qué hacer, no le apena decir cómo quiere que la toquen, ni de qué forma desea que le hablen, se entrega sin prisa, ahora sabe que el placer es ella y que no necesita un cuerpo perfecto para lograrlo, los efectos del tiempo ya no la detienen.
Ella es por demás hermosa, disfruta del sexo tanto como del amor, reconoce la diferencia y decide hasta dónde les permitirá llegar, ya nada le espanta, ya amó con locura y fue amada, ya le rompieron el corazón y rompió corazones también, se levantó de los escombros de un matrimonio destruido y la traición como paga, sí, las experiencias de la vida han hecho bien su trabajo y es por eso que sabe tomar decisiones, en ella no cabe el arrepentimiento, sí aceptó abrir los brazos a alguien, es porque antes ya lo pensó mil veces.
Sus temas de conversación son interesantes, su manera de ver la vida es inteligente, ya no se deja llevar por banalidades, sabe que el cuerpo ideal se deteriora al paso de los años, no idealiza hombres perfectos, se da sin apariencia y ofrece más compañía que sueños.
El tiempo le ha enseñado a disfrutar su soledad y olvidar las lágrimas, encuentra placer en la sencillez de sus libros, de un café, de su casa, de su música, de sus hijos, ella está llena de misterios que no cualquiera puede conocer, se viste de elegancia, nostalgia y serenidad.
Y hace tiempo dejó de morir e hizo las paces con la vida.
Y hoy vive, y vive mejor que nunca....