Reclamar amor.
La vida es corta. No dejes nada sin decir. Si amas a alguien, házselo saber. Si estás molesto, que alguien lo sepa. Muévete, trátelo, no lo sublimes, ocúltalo.
El alma tiene que ser liviana como una pluma y la única manera de hacerlo es conocerse y ser fiel a usted. Reclama tus bendiciones y tu destino abriéndote al Cosmos, tu camino más elevado está abierto si solo eliges que es así en lugar de empujarlo hacia una línea de tiempo alternativa porque no lo reclamas en el Aquí y Ahora.
Como he dicho tantas veces antes, el Amor es un poder multiversal. La gravedad y el electromagnetismo están en deuda con su totalidad omnipresente, desafía todos los intentos de definición y vinculación. Entonces, cuando lo sientas, déjalo fluir. Cuando lo sepas, deja que otros lo sepan en tus palabras, tus obras. Deja que tus ojos brillen y la risa brote de tus labios, deja que la alegría anuncie tu llegada, deja que los sentimientos cálidos permanezcan después de que te hayas ido.
No te preocupes por cómo te perciben. No se preocupe si la gente no entiende o habla sobre usted a sus espaldas. No se preocupe si su Amor no es aceptado porque un resultado energético liberado en el mundo desde los espacios espirituales más elevados es una expresión de divinidad en el plano físico.
Eso es temible, para algunas personas. Porque les muestra lo que les falta. Que no tienen idea de lo que es el verdadero Amor. Que quizás la pasión física y sexual que ellos llaman amor no es y que el amor verdadero es algo completamente diferente. Y que, tal vez, su incapacidad para abrirse a lo que tienen que ofrecer es indicativa de la presencia de bloqueos mentales y astrales que les impiden percibir o comprender la pureza y la alta vibración del Amor superior e incondicional.
Ese no es su problema, así que no lo reclame. Reclama amor Comparte amor. Ser amado.
La vida es amor Dios es amor. Y Dios es vida.