La constante lucha por dejar de sentir tristeza.
No es fácil sobrellevar una vida con ansiedad, y depresión al mismo tiempo, te vas al pasado y te vas al futuro. Sientes como una profunda tristeza que te abraza, pierdes interés por la vida; llega la agitación, el insomnio, estás con tanta gente y a la vez te sientes sola. La vida te empieza a doler y quieres matar ese dolor, esa angustia, esa culpa y no sabes cómo, esas situaciones que marcaron nuestra vida y que no se supera ni con el pasar de los años. En algún momento le dije a la vida: Soy capaz de dar todo lo que tengo, así me toque vivir debajo de un puente, con tal de estar tranquila y ser feliz. En ese momento entendí que un estado de armonía, plenitud y felicidad no te la da el dinero, la comodidad o las apariencias, es un tema de búsqueda interior, de dejar fluir pero primero hay que vomitar emocionalmente todo eso que tanto daño nos ha hecho, redireccionar nuestra vida hacia todo eso que tanto queremos, pero no es fácil, cuesta lágrimas, tormentas,.Hay que hacer las paces con tu ser interior, enfrentar el miedo que creas en tu mente, desprenderte de cosas tóxicas, de personas que no te hacen bien, o en su defecto hacerles ver tu proceso de transformación.Nadie entiende tampoco acepta una tristeza que perdura y que no se va,porque siempre se trata de no demostrar,sonreír por fuera y llorar por dentro. Yo tuve que renunciar a muchas cosas, a supuestos amigos, lugares, etc. Casi todo me daba miedo, por ejemplo la gente, veía a todos tan positivos disfrutando y yo no podía hacerlo porque pensaba en lo peor, un día con miedo, mucho miedo me atreví y desde ese día he vuelto a la lucha tengo sueños e ilusiones. Le tuve miedo a la oscuridad, a las alturas, a hablar en público,(y lo sigo temiendo) incluso a los hombres y sus mentiras. Hoy miro atrás y me felicito porque aunque no ha sido fácil aquí estoy.
No se cuando sera que deje de perder los miedos a sentir una felicidad plena,mientras tanto sobrevivo a mi soledad interior que solo yo la conozco,yo la vivo cada día,esperando que el día venidero sea mejor.