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martes, 20 de agosto de 2019

Aprender a ser fuertes

Cuando tenemos entre seis y siete años creemos que al crecer todo será mejor, pero no. Cuando llegamos a cierta edad desearíamos volver a cuando éramos niños, cuando el problema más grande era un moretón en la rodilla o el monstruo en el armario. Que difícil a sido acostumbrarnos a esta realidad, cuando te das cuenta que son pocos los amigos que vas a encontrar en la vida, que cada vez es más difícil encontrar a alguien que te valore.
Lo que vivimos hoy es muy diferente a lo que soñamos cuando éramos niños, poco a poco aprendemos que es parte de crecer, pero que tanto nos podemos lastimar hasta el momento que aceptamos la realidad, mucho ¿verdad?
La vida no es para nada fácil, cada día se vuelve más complicada, nuevos retos, buenos y malos días que sin duda nos enseñan, pero créeme que no sería nada malo tener todo lo que soñamos sin que nos cueste nada, todo sería tan monótono, los tan aburrido que me atrevo a decir que estamos en una idea equivocada de ver el mundo si, puede tener muchos problemas, pero si lo miramos de una manera diferente, cada obstáculo será una oportunidad de aprender, de ser mejores, no todo será malo, debemos construir nuestro futuro, tal vez no sea como lo queremos, pero cuando lo aprendamos a vivir, seremos felices y lo más importante, tal vez podríamos ayudar a que otros tengan un mundo un poco más fácil de vivir.
No tengas miedo de sentir, de reír o llorar, todo es parte de un proceso, vive a tu manera, construye tu propio futuro, no cambies tu esencia; que no te de miedo hablar, aprende que no todo es color de rosa y cuando todo sea gris tengas un refugio en lo que has construido, los recuerdos, las personas que te apoyan y si, es bueno llorar, porque cuando dejes de hacerlo tendrás más fuerzas y motivos para sonreír. 
Puede que cada noche sientas que todo se acaba, te han hecho tanto daño como para pensar eso que te lo crees y no vuelves a sonreír, cada día tu sonrisa es menos común, de lo que no te das cuenta es que esa sonrisa que muy pocas veces enseñas ilumina el día, no solamente el tuyo sino de los que te rodean.
Aprendamos a vivir con lo que tenemos, cada día es un reto, un aprendizaje, Dios te ha dado todo lo que necesitas, lo necesario para que seas feliz.
Debes aprender a ser fuerte, en este mundo debes serlo, brilla, hazlo, nadie lo hará como tú. 
Cuando descubras que tú mismo es quien hace un futuro en el que puedas sonreír de verdad, ese día vivirás plenamente feliz.