Madurez calma.
Trae tranquilidad.
Nos libera de dramas.
Gente madura mira a los ojos.
No hace chantaje emocional ni sofoca con sus necesidades.
Gente madura comprende, no crea caso, no actúa para alcanzar ni hace uso de indirectas.
Por cierto ser maduro es ser directo, objetivo.
Es respetar la opinión ajena, pues quiere que la suya también se respete.
Es aprender de los errores, en lugar de paralizar con ellos.
Es escuchar más de lo que habla y escuchar con atención, porque así es como se realiza el aprendizaje.
Gente madura se ríe de sí misma pues sabe que la sonrisa es la clave para muchas puertas que la vida nos presenta!
Sabes que el buen humor es elegante, que gente feliz brilla sin necesidad de sol.
Y sabe también que la alegría de verdad no se forja, se ejercita con las propias dificultades de la vida.
Gente madura sabe lo que es ser feliz.
Camina despacio, porque ha tenido prisa y se ha dado cuenta de que no es sólo un enemigo de la perfección.
Gente madura sabe que la prisa hace pasar desapercibido lo que realmente nos ilumina el corazón.
Al final de cuentas,
La madurez no significa lo mucho que has vivido.
Significa lo mucho que has aprendido.
Flavia Harpaz