Desde hoy me amaré con locura. Comeré mejor, reiré más, caminaré y haré ejercicio.
Disfrutaré de las cosas simples, aceptaré a cada uno como es, y dejaré de pelear.
Viviré y dejaré vivir; trataré a todos con cariño para vivir en paz, buscaré a Dios,
y descansará mi alma. Y en esta vida tan corta, no perderé mi oportunidad de ser feliz. Está decretado!