Hay días en que no quiero escuchar nada,ni siquiera a mis voces internas por temor a que me digan que algo anda mal.
Existen días en que necesito ser cobarde y no afrontar la realidad.
Días en los que necesito reprocharme por lo que pude haber hecho y no hice,´
llorar hasta cansarme y dormir.Para finalmente despertar,pintarme una sonrisa y tener fuerzas para continuar.