La vida nos enseña que siempre hay que ir tirando de aquello que nos estorba,
a veces son cosas, otras veces recuerdos, y en ocasiones incluso relaciones que no nos hacen bien.
Hay que tirar aquello que nos roba la felicidad y no nos permite crecer… Hay que hacer nuevos caminos,
volver a confiar en ti misma, volver a abrazarte con amor y saber que por muy oscuro que esté el panorama,
llegará el día de mañana con un sol radiante en el horizonte. Ese día volverás a sonreír reconociéndote una mujer más fuerte que la de hoy,
una mujer capaz de soportarlo todo, y más aún, de superarlo.