Dale color a tu día aunque sientas que es uno de esos obscuros. No hay días grises... ¡todos son iguales!
Quien les da color eres tú.
Quien es capaz de alegrarse con la lluvia o admirar la tempestad, eres tú.
Quien se echa a llorar bajo un sol espléndido o un cielo maravilloso, eres tú.
Porque no son los días los que te dan color.
Eres tú quien puede pintar como desees, cada día.