Se me llenó la espalda de cicatrices por todas aquellas traiciones que fui acumulando por amistades y amores que, solo llegaron a mi vida para enseñarme que cualquiera te puede fallar. Por eso es que ahora escojo mejor a quien darle la mano y decirle amigo/a, y fue esa misma razón que me hizo dedicar el tiempo necesario para conocer a la persona a la que amo. Y si al final de mi vida me llego a quedar solo por mi desconfianza, seguiré siendo feliz sin necesidad de nadie, porque mi mejor amigo soy yo, y a la persona que debo amar sin complejos es a mi.