Creemos sufrir por aquello que se va, pero en realidad sufrimos por el apego que nosotros mismos hemos generado con eso. Es algo que nace, vive y muere en nosotros. Si algo toma su rumbo, significa que va a estar mejor… ¿Entonces que nos duele? Nos duele vernos sin eso, nos duele abortar las ilusiones y esperas generadas… ¡Nos duele aferrar!